La avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus) es, por mucho que nos pese, una de las mayores problemáticas a las que se tendrá que enfrentar el sector agroforestal a corto plazo. De ahí la razón de este post, describir los daños producidos para su identificación en nuestras explotaciones y poder atajar o minimizar el problema.
La avispilla está considerada como la plaga más importante de las principales especies de castaño a nivel mundial, provocando pérdidas de entre el 50 y el 100% de la producción de castañas, debilitando las poblaciones de esta especie y, por consiguiente, dañando una buena parte del paisaje de nuestro rural, así como causando un fuerte varapalo a la economía rural de muchas comarcas. La rápida difusión de la plaga nos obliga a tomar una serie de medidas importantes para que este insecto no amenace nuestro cultivo.
El ciclo biológico y sus síntomas fueron descritos en un aviso fitosanitario publicado para nuestros clientes el pasado mes de mayo. Lo podéis consultar en este enlace.
Uno de los aspectos más interesantes para la lucha contra la avispilla es que se trata de una especie univoltina (sólo presenta una única generación al año) y los huevos se reproducen por partenogénesis (huevos sin fecundar, siendo hembras todos los individuos, lo que hace que el crecimiento y la dispersión de la plaga sea rápida. Las avispillas generan unas agallas características que nos permiten identificar claramente esta plaga.
Los daños causados por la formación de estas agallas originan la reducción de la superficie fotosintética del árbol, formación de un menor número de yemas invernantes, disminución del crecimiento del árbol, menor número de inflorescencias y una mayor susceptibilidad a enfermedades secundarias o a carencias nutricionales.
Lo más llamativo es la pérdida de rendimiento: En esto se puede comentar que las pérdidas de rendimiento no presentan gran impacto si no se supera el 30% de las yemas dañadas.
Existen diversas medidas fitosanitarias a tener en cuenta, hasta que la suelta de su enemigo natural Torymus sinensis se lleve a cabo de manera global por la Administración Pública. Mientras tanto, nos debemos apañar con lo que tenemos a mano y en el mercado.
En plantaciones jóvenes podemos realizar tratamientos químicos a base de insecticidas autorizados para este cultivo. No obstante, esto es una solución que presenta grandes inconvenientes también, necesario valorar todos los escenarios. El tratamiento con productos ecológicos, repelentes naturales, también se podría implementar.
Otra forma de combatir este nuevo enemigo son las operaciones de cultivo. La poda en verde, teniendo en cuenta la biología del insecto y su curva de vuelo, es una buena solución para mitigar los daños en yemas. La sustitución de la poda invernal por una poda en verde puede ayudarnos a combatir esta plaga hasta que la ansiada suelta de su enemigo natural colonice nuestras poblaciones. Los abonados de las plantaciones también son importantes. Un árbol sano y fuerte no resultará tan dañado por la avispilla.
Todas estas medidas deben ser aplicadas y estudiadas de manera pormenorizada. Si queréis más información y asesoramiento de cómo poder aplicarlas de manera que se obtengan resultados, podéis contactar con nosotros y estaremos encantados de poder ofreceros un asesoramiento técnico personalizado. También podéis contactar con nosotros mediante nuestro servicio de consultoría online.
Rosa dice
Interesante artículo. Además sobre un tema muy de actualidad. Sin duda esta es la manera de que este sector vaya por buen camino. Con gente joven implicada y formada.
Mary dice
Es un artículo muy interesante,aún quedan personas preocupadas por nuestro medio rural y nuestros intereses economícos,pues con la administración pública nunca se puede contar .Gracias
Víctor J. dice
Artículo con fundamento técnico y que expone tanto los efectos negativos de la plaga como los medios a disposición del gestor agroforestal. Un saludo y espero más artículos como este.
liberar iPhone dice
Buen trabajo. Gracias
Olivia dice
Muy buen aporte. Gracias por compartirlo.